Larga vida a la reina

Por José Roberto Díaz G. y Edwin Santana
Fotos: cortesía de Kate del Castillo | Fuentes externas

Debutó a los siete años y no ha parado. Comenzó en la pantalla grande y dio el salto a la chica y a las tablas. Se inició en México y sus personajes le han dado la vuelta al mundo. Nació en un continente sin realeza y acabo siendo una reina. LA reina.

Kate del Castillo se lo deja todo en un set, es la impresión que uno se lleva al ver sus trabajos, como si Kate, mientras filma una serie o una película, tuviera la certeza de que aquel será su último papel. Hay algo en sus interpretaciones, algo intenso, una energía, una fuerza. Si, eso es Kate en la pantalla, sobre el escenario. Una fuerza. 

Quien lo dude, que le pregunte a los ejecutivos de Netflix, el hogar de ese fenómeno llamado La Reina del Sur, de ese personaje, de esa fuerza llamada Teresa Mendoza, el más internacional y mediático de todos los roles de Kate. O al público que la disfrutó en la obra The Way She Spoke, por la que recibió un trío de nominaciones que cualquier actor de teatro desearía en su currículum. 

Muchos roles componen la carrera de Kate tras dos docenas de filmes, una treintena de producciones de televisión y sus apariciones en el teatro. Y sin importar el formato y el género, ya sea drama, comedia, película o telenovela… la intensidad, la fuerza. 

En Ciudad de México nació Kate, una de las actrices más conocidas de Latinoamérica. Hoy vive en Los Ángeles, en la ciudad de las películas. Pero nos concede una entrevista desde Alburquerque, Nuevo México, donde está haciendo lo que hace desde los siete años: actuar. Como si se tratara de su último papel. Pero sabemos que no lo será, que continuaremos disfrutando a Kate por mucho tiempo. Larga vida a la reina. 

La Reina del Sur significó uno de los pasos más importantes en tu carrera. ¿A qué crees se debe su enorme éxito y qué retos trajo consigo el personaje?

Creo que el éxito es la honestidad de Teresa Mendoza, ese personaje lleno de faltas y defectos que lo hace humano. Ella no tuvo opción, como miles de mujeres, de escoger su destino; sin embargo, hizo lo mejor con la única opción que la vida le puso en ese momento. LRDS fue la primera “narco-novela”, basada en el bestseller del mismo nombre, escrita por Arturo Pérez-Reverte, y el autor ha estado en las siguientes dos temporadas estructurando la historia. Teresa Mendoza piensa como hombre, pero ama y protege como mujer, como madre. Siempre es un reto superar o, por lo menos, igualar un libro, ya que nada supera la mente del ser humano cuando lee y se imagina todo en su cabeza. Ese fue el reto más grande, pero también el darle verdad a Teresa, el hacer el personaje mío. El entenderla y vivir en sus zapatos, sin juzgarla.

 

Tu más reciente trabajo es en la tercera temporada de The Cleaning Lady, donde interpretas a Ramona Sánchez. Háblanos sobre cómo llegas a esta serie que se estrenó en la cadena Fox en 2022, y sobre Ramona.

Muy feliz de ser parte de esta serie donde, a diferencia de Teresa Mendoza, Ramona sí tuvo opción, pero decidió irse por el lado oscuro. Un personaje muy interesante y que también tiene su “verdad”. Mi reto aquí es hacer un personaje completamente diferente a Teresa Mendoza. ¡Me divierto mucho haciendo a alguien tan malvado! Yo ya era fan de la serie y la primera vez que la vi me llamó la atención para saber quién de mis paisanas sería la “cleaning lady”, ya que siempre son mexicanas… Vaya sorpresa, eso me enganchó para seguirla viendo. Después audicioné por medio de mi agencia y ahí estoy.

Estás en el oficio de la actuación desde muy joven. Debutaste en una película en 1980, y con la telenovela Muchachitas, en 1991, lograste un gran reconocimiento. Latinoamérica entera y buena parte del mundo te conocen, y en Hollywood eres una actriz conocida desde 2007. ¿Ser actriz era una idea clara que tenías desde el principio?

Creo que sí. Desde muy chica me llamaba mucho la atención, sobre todo cuando acompañaba a mi papá a sus sets o a sus obras de teatro. Cuando hice mi primera película, como a los siete años, recuerdo que me fasciné con todo, ¡sobre todo con la idea de faltar a la escuela! [Risas]

Siempre se ha dicho que no hay triunfo sin sacrificio. ¿Hay algo que hayas tenido que sacrificar para llegar hasta donde te encuentras hoy?

Sacrificio es una palabra que no está en mi vocabulario. Todo lo que he hecho o decidido dejar de hacer ha sido por decisión propia, porque me provoca más ilusión o satisfacción. No siempre se puede tener todo en la vida, pero si podemos decidir qué batallas tomar y qué delicias dejar, y al revés. No me arrepiento de nada.

No a todos los actores que logran reconocimiento en televisión y cine les interesa hacer teatro. En 2002 y 2003 fuiste de gira internacional junto al actor argentino Saúl Lisazo con la obra Cartas de amor. Cuéntanos sobre esa experiencia que, por cierto, no ha sido la única en un escenario.  

He hecho muchas giras de teatro a lo largo de mi carrera. He estado en giras en Estados Unidos, y el teatro ha sido un elemento básico para mí como actriz, pero también como amante del teatro, como persona y como artista. ¡Esa gira fue muy linda, ya que Saúl y yo somos buenos amigos y estar juntos en aquellos teatros de Estados Unidos llenos de gente, siempre te da mucha satisfacción, especialmente cuando era una lectura en atril de esa obra de teatro y a la gente le fascinaba!

Y luego, en 2019, brillaste en el teatro Minetta Lane en la ciudad de Nueva York con el monólogo The Way She Spoke, a tal punto de que lograste lo que ningún mexicano a la fecha ha hecho, así como pocos actores norteamericanos: ser nominada a los premios Drama Desk, Drama League Awards y Lucille Lortel. Satisfacción muy especial, imaginamos… 

Sin duda el reto más grande de mi carrera. Nunca me imaginé estar en un teatro como el Minetta Lane, ahora Audible Theatre, en un monólogo donde interpretaba a catorce personajes, sin salir del escenario, hablando de uno de los asuntos más dolorosos de mi país: las muertas de Juárez. Ha sido la mejor y la peor experiencia de mi carrera, la sufrí demasiado, la gocé muy poco, pero el goce fue extraordinario y lo llevaré para siempre en mi corazón. Sold outs todas las noches y aplausos de pie cada función…nunca me lo imaginé. La vida ha sido muy buena conmigo, sin duda.

¿Hubo alguna duda antes de aceptar ese papel? Un papel en inglés, por cierto. ¿Cómo fue el proceso de preparación?

Al contrario, apenas me comentaron de la oportunidad y, sin pensar, dije que sí. En cuanto colgué el teléfono me arrepentí! [Risas]. Sabía que me estaba metiendo en un abismo oscuro pero que al final la luz sería la más brillante. No tuve el tiempo que debería haber tenido, solo fue un mes de ensayos, todos los días el autor me cambiaba las palabras, monólogos enteros, ¡yo me quería morir! ¡Si hubiera tenido un mes más o por lo menos dos semanas más de ensayos, mi vida hubiera sido otra y lo hubiera disfrutado mucho más! Nunca entendieron que cuando no es tu idioma natal, es el doble de trabajo para memorizar. No dormí durante ese mes, me quedaba dormida con el libreto en mi pecho y me despertaba con él para seguir memorizando. Fue un trabajo durísimo que valió la pena cien por ciento.

Off-Broadway, y en inglés. ¿Cómo respondió el público norteamericano a este tema?

¡Increíblemente! No podían creer cuando se enteraban de que eran historias reales… Creían que era ficción. Recuerdo cómo el silencio del teatro me hacía escuchar los suspiros, las lágrimas del público. Es una satisfacción gigante, inexplicable, saber que tienes al público en la palma de tus manos, que están atentos a todo lo que dices y dispuestos a que los lleves por un viaje que no esperaban. Una experiencia muy cercana, imagino, a la de meter un gol en el Mundial.

Aunque resides en Los Ángeles desde hace años y tienes la nacionalidad norteamericana, eso no ha impedido que continúes siendo una mexicana preocupada por su país. ¿Crees que todos los actores deberían, como lo has hecho tú, involucrarse en temas sociales que afectan a muchos?

No, no creo. No creo que por ser actores tengamos la obligación de nada. Como voces que se escuchan, sí tenemos la responsabilidad de lo que sale de nuestras bocas, eso sí. Cada actor tiene sus necesidades, sus propios demonios y sus propias causas. Hay que hablar y no quedarnos callados cuando esas causas son violadas, cualesquiera que sean.

A lo largo de tu carrera has tenido que interpretar mujeres involucradas en el mundo de la política. Emilia Urquiza, en Ingobernable, es un ejemplo. En lo personal, ¿es un ámbito que te interesa?

Para nada. No tengo el estómago de político. No me caen bien los políticos y no les creo. No creo que su verdadera causa sea lo mejor para la nación, siempre resultan estar ellos y sus propias causas y futuro antes que el bienestar de la nación.

Más allá de la ficción de La reina del Sur, ¿qué tienes que decir sobre el tema del narcotráfico?

Nada. Desafortunadamente, es parte de la desgracia de países como el mío mientras la gente en todas partes del mundo se siga metiendo drogas.

Además de actriz, eres empresaria. En 2015 lanzaste una marca de tequila llamada HONOR del Castillo, en asociación con la Familia Vivanco. Cuéntanos al respecto, porque con tu personaje en La reina del Sur, y en tu vida personal, has reafirmado que las mujeres también consumen esa bebida.

¡El tequila, como cualquier otra bebida no tiene preferencia sexual! Gracias a LRDS, las mujeres en mi país empezaron a consumir más tequila. Mi padre me enseñó a beberlo y me contaba de las bendiciones de nuestra tierra que produce dicha bebida tan maravillosa. Teresa Mendoza siempre tenía su botella de tequila para tapar sus males, ahogar sus penas y celebrar los pocos momentos de felicidad que tenía, si es que los tuvo. Yo aprendí, y le encontré el gusto y el respeto al tequila, pues es una bebida que me ha acompañado desde siempre, es parte de mi cultura como mexicana. Es por eso que decidí sacar mi propia marca de tequila, HONOR del Castillo, para que mis paisanos en Estados Unidos y en todo el mundo tengan un “high premium tequila”, a un precio que no sea exorbitante. Y siempre recordar que hay que tener honor al beber, no solo tequila, sino también cualquier bebida alcohólica.

¿Y qué hay ahora en la agenda de Kate del Castillo?

Justo en este momento me encuentro en Albuquerque, Nuevo México, terminando de filmar The Cleaning Lady, y este mismo día empiezo una película, aquí mismo, que se llama Trap House. Terminando iré a México, felizmente, a filmar una película, una comedia. Pocas veces tengo la oportunidad de filmar en mi país, así que estoy muy ilusionada por eso y también por hacer comedia.

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