“Livin’ La Vida Loca” a sus 25

 

Un pasito pa’tras

Recordemos. Ricky Martin —una estrella del mundo latino desde su infancia, gracias al grupo Menudo—, exporta su talento con María, lanzada originalmente en 1995, pero cuya versión remix, rebautizada (Un, Dos, Tres) María, es la que penetra las barreras del mercado anglosajón. El tema logra entrar en el Top 10 británico, toda una hazaña por entonces.

Esto ocurre cerca de la Copa Mundial de Fútbol del 1998 y la FIFA invita a Ricky a interpretar el himno del evento. El puertorriqueño de 27 años cuenta con el apoyo del muy renombrado productor y compositor Desmond Child (uno de los productores y compositores más cotizados del rock, responsable de hits de artistas como Kiss, Joan Jett, Bon Jovi, Aerosmith y Cher, entre otros) y del no menos talentoso cantautor Draco Rosa, antiguo compañero de Ricky en Menudo.

El resultado de la colaboración es La copa de la vida, de inmediato una de las grabaciones más populares del planeta, y Ricky obtiene su espacio en el siempre prestigioso concierto de clausura del Mundial.

Ricky shakes his bon-bon

Unos meses más tarde, Ricky estrena su álbum más maduro hasta el momento, Vuelve, en el que colabora con varios talentos importantes de la época, incluyendo a Franco de Vita, compositor del tema que le dio nombre a la producción. Éxito inmediato en toda Hispanoamérica, el álbum consigue una nominación en los Grammy.

Las horas de transmisión de los Grammy son muy valoradas tanto por los sellos disqueros como por los artistas, por la fuerte promoción que reciben. Sony, el sello de Ricky, cree que tiene en él la propuesta perfecta para una presentación en vivo en la gala de los premios, ya que el artista había vendido 10 millones de álbumes a nivel mundial. No obstante, aún es un tanto desconocido para el público anglosajón y los productores del evento se muestran algo reacios. Para poner el asunto en perspectiva, en la historia de los Grammy se podían contar con los dedos de una mano los artistas latinos invitados a participar. Pero algo en marcha en aquel momento obra a favor de que Ricky suba al escenario del evento: los Grammy estaban preparando el anuncio de lo que sería la primera entrega de la edición latina de los premios, así que tenía sentido dar la oportunidad a un artista como Ricky. El resto es parte de la historia del pop.

Habiendo ganado el premio a Mejor álbum de pop latino, Ricky apareció para cantar su muy pegajoso tema del Mundial, con un derroche de energía tal, y con un montaje tan espectacular, que el lugar pareció salir de un profundo letargo. El público, formado básicamente por estrellas de la música, lo premió con una ovación de pie. Madonna, la mismísima Madonna, presente en la gala, siguió al artista hasta los vestidores. Todo fue tan electrizante que, de haber existido Twitter, al día siguiente habría sido el principal trending topic. Hoy, aquella presentación está considerada una de las mejores en la historia de los Grammy.

El mundo se vuelve loco

Después de aquella noche, Sony aceleró el primer álbum en inglés del artista, Ricky Martin, incluso adelantando la fecha de lanzamiento para beneficiarse del impacto de su presentación en los premios. La producción estaba terminada… pero Desmond Child y Draco Rosa, que volvían a colaborar con Ricky, presentaron al artista y a los productores el tema Livin’ La Vida Loca.

De música pegajosa, con elementos de rock, salsa, surf rock y ska, Ricky se interesó en volver al estudio para trabajar con la canción. La producción final del tema sonaba tan distinta al pop que por entonces se escuchaba en la radio, que hubo sus dudas sobre si lanzarla o no. Según Ricky comentó a una publicación, la decisión final llegó cortesía de Madonna. Tras decidir colaborar en una canción, el puertorriqueño se reunió con la artista y su productor, William Orbit, en unas diez ocasiones, trabajando en lo que terminaría siendo Be Careful (Cuidado con mi corazón). Un día, Ricky puso a sonar Livin’ La Vida Loca para que Madonna diera su opinión. Tras escucharla, ella simplemente dijo: “Estoy lista para que grabemos juntos”. Esto fue la confirmación de que el tema era una apuesta segura, porque si era suficientemente bueno para Madonna, necesariamente tenía que ser bueno para él.

En mayo (tres meses después de los Grammy), la canción encabezaba los listados del planeta. Fue número uno en más de 20 países y durante cinco semanas lideró el prestigioso listado de la revista Billboard. Logró certificación de Platino en Australia y el Reino Unido y Disco de Oro en mercados tan importantes como Alemania, Noruega, Suecia y Estados Unidos, donde registró ventas de más de un millón de copias.

Según Ricky, el tema marcó un antes y un después. No solo es la canción más exitosa de su carrera, es también una de las de mayor venta de todos los tiempos a nivel mundial, y su impacto en la música popular fue más que considerable, ya que, de repente, la música latina pasó a ser… cool. Aquel éxito abrió las puestas a proyectos de otros artistas latinos como Jennifer Lopez, Marc Anthony, Enrique Iglesias, Christina Aguilera, Shakira y un largo etcétera.

En la entrega de los Grammy siguiente a su debut, en el año 2000, Livin’ La Vida Loca estuvo nominada en las dos categorías principales, canción y grabación del año, y su versión en español fue nominada a Grabación del año en la primera entrega de los Latin Grammy (por ende, fue la primera canción en ser nominada en las categorías principales de los Grammy americanos y latinos). Por el vídeo de la canción, en el que, en palabras de Ricky, cumplió su sueño de toda la vida de ser una especie de James Bond, se convirtió en el primer artista latino en ser nominado en la categoría de Vídeo del año en los premios de MTV. Ganó un total de cinco trofeos en esa entrega, convirtiéndolo en uno de los más premiados en la historia de esos premios.

 

El legado

El impacto de Livin’ La Vida Loca es ampliamente conocido. Billboard la ha listado entre las mejores canciones latinas de todos los tiempos. El periódico The Independent la señala como “la canción que todos responsabilizan por la primera ola de pop latino”. La revista ELLE la nombró la mejor canción de pop de la década 90. El canal VH-1 la incluyó en su lista de los 30 temas más importantes de aquella década, y, en una encuesta, los televidentes del canal la votaron como la mejor canción bailable de todos los tiempos.

Apenas el año pasado, Billboard la seleccionó entre las 180 mejores canciones pop de todos los tiempos. Y en 2022, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos la ingresó al Registro Nacional de Grabaciones (National Recording Registry), por su “importante aporte a la cultura y la historia americanas”.

Muchos artistas latinos deben mucho a ese fenómeno llamado Livin’ La Vida Loca, pero ninguno más que el propio Ricky Martin. La canción lo catapultó adonde pocos llegan. Y 25 años después ambos son protagonistas de una de las grandes páginas de la historia de la música.

 

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