Las nuevas generaciones abren su camino en las bellas artes, llevando al público una nueva propuesta y perspectiva diversa. Entre los artistas que se dan a conocer en el teatro local encontramos a Isen Ravelo, actor, director y escritor dominicano que persigue su pasión compartiendo su universo teatral.
¿A qué edad descubriste tu inclinación por el mundo artístico?
Desde niño sabía que lo mío era el arte. En casa el arte no era una opción profesional. Había que pensar en una carrera más cercana a los números, pero yo siempre odié los números. A los 20 años estudiaba la Licenciatura en informática en la universidad y luego de dos semestres, me transferí a la facultad de arte a estudiar publicidad. Estando ahí, fui al conservatorio porque quería estudiar música, pero terminé entrado a la escuela de teatro en bellas artes. Con solo 23 años descubrí que el arte dramático seria mi profesión, mi vida entera.
Entre tus múltiples talentos como actor, director y escritor ¿con cuál te sientes más conectado actualmente? ¿Cuál ha representado un reto mayor?
Escribir es lo más emocionante de todas mis habilidades. Me permite crear mundos desde el imaginario sin ningún tipo de limitaciones. Escribir me mantiene conectado al arte, aunque no esté en escena, y sé que será mi eterno refugio incluso cuando sea muy viejito y no tenga tantas fuerzas para el trabajo físico del arte. El mundo de los pensamientos será siempre eterno. Sin embargo, cuando hablamos de retos, es preciso mencionar que una de las ramas escénicas más difíciles es la interpretación, en especial en el teatro. Actuar siempre es un reto, debería serlo para todos los actores. La actuación nunca debería ser tomada a la ligera, así sea la comedia más ligera del mundo.
¿Quién es Isen Ravelo lejos de los escenarios? ¿Qué otras actividades fuera del mundo artístico te mueven?
Isen es un joven tranquilo, que gusta la paz del hogar y los espacios de relajación. Amo la playa sin mucha gente, la música suave en la comodidad de mi casa o junto amigos. Soy tímido, aunque sea difícil de creer y la gente suele creer que soy odioso por eso. El que me conoce sabe que soy de una energía positiva casi todo el tiempo. Pero en general, hay muy poco que me mueva y pueda hacer fuera del arte. Todo lo que hago está asociado de manera directa o indirecta con el arte.
Muchas veces recibimos inspiración de personas de nuestro alrededor ¿Quién ha sido tu musa a lo largo de tu carrera?
Toda mi familia es una gran fuente de inspiración para mí. Desde lo vivido en mi infancia hasta lo vivido después de adulto con ellos. Tradicionalmente mi musa son los trabajos de grandes artistas internacionales, pero si tengo que mencionar a un artista de mi país con el que me identifico y creo que más que una inspiración ha sido un referente de motivación, es el maestro Haffe Serulle.
¿Cuál ha sido tu proyecto más memorable desde tu punto de vista?
“El Credo de los Miserables” sin duda ha sido la obra que más me marco en mi carrera. Una obra donde fui el escritor, director, actor y productor. Una obra que me hizo potencializar mis talentos y que sé que llevaré nuevamente a escena en algún momento de mi carrera.
¿Cómo Isen Ravelo se desprende de su persona para entrar a la vida de un personaje?
Siempre el trabajo de la interpretación se alimenta de las emociones y vivencias del actor. La vida de un personaje se verá contaminada de la vida del actor, aunque este no lo quiera o intente rechazarlo. Yo construyo desde el imaginario y mis recursos vivenciales. Me coloco en la situación de los personajes y me pregunto siempre cómo reaccionaria yo, ante las circunstancias de mi personaje. La construcción física es otra cosa, pero las emociones siempre serán las reales, las que lleva y presta el actor a sus personajes.
¿Cuál ha sido tu mayor desafío en el mundo artístico?
Escribir, dirigir, actuar y producir a la vez.
¿En qué proyecto trabajas actualmente? ¿Qué podemos esperar próximamente de Isen Ravelo?
Estoy trabajando en la obra “Juego de Niños” que se estrena este 20 de mayo en el Palacio de Bellas Artes. Lo próximo es seguir moviendo mi nuevo Círculo, la obra “Círculo Blanco: Muchachas”. Una nueva temporada en Microteatro dirigidas a las madres en este mismo mes de mayo y otros proyectos como actor a mediados de año.
Tus últimas obras llevan el nombre de “círculo” y luego un color, ¿Cuál es el significado detrás de esto?
Es un universo teatral que he creado y se contará a través de varias historias donde los personajes tienen una relación con otros personajes de otros círculos. Cada uno de estos círculos sociales es nombrado con un color que está ligado de una manera conceptual, simbólica, directa o indirectamente al tema que se critica en la historia contada, que muchas veces convergen entre sí desprendiendo personajes típicos de cada círculo.
Cuéntanos de la nueva obra bajo tu dirección: Juego de niños
Juego de niños es la primera obra que dirijo que no es de mi autoría. He estado trabajando una pieza de arte, llena de erotismo, drama, mucha riqueza visual en sus imágenes. Potencializando el misterio que esta posee, la crítica social que hay implícita y dándole un valor sumamente artístico a lo erótico.
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