Cuando se habla de producciones cinemagrafícas que han dejado una de esas huellas imborrables en el transcurso de la historia del séptimo arte es sin duda Matar a un ruiseñor, que hoy 25 de diciembre cumple 58 años. Se trata de una extraordinaria adaptación de la novela ganadora del Premio Pulitzer, de Harper Lee de claros tintes autobiográficos.
La icónica novela habla sobre la vida en el Profundo Sur de los EE.UU. durante la Depresión de 1929, vista a través de los ojos de unos niños, hijos de un padre viudo, interpretado admirablemente por Gregory Peck, una actuación que le supondría ser galardonado con el Oscar al mejor actor de 1962, por su creación del íntegro abogado Atticus Finch, que defiende en un juicio a un hombre negro, falsamente acusado de violar a una mujer blanca.
Frente a Matar a un ruiseñor, no estamos únicamente ante una película que posee unos trabajos de realización e interpretación sobresalientes, o una historia que atrapa desde su comienzo. Ni siquiera estamos frente una obra maestra, por mucho que dicha apreciación parezca sobrevalorada.
Si se hablase de películas de carácter pedagógico, el trabajo de Robert Mulligan podría ser la primera en esa escalera de films. Con Matar a un ruiseñor, hablamos de una obra de culto con una capacidad envidiable, y más aun en su época, para llevar al espectador a un mundo puramente cinematográfico y a la vez tan real como la vida misma. En pocas palabras, Matar a un ruiseñor es una de esas películas que podrían servir de materia educativa en cualquier escuela del mundo.
Todo el film supone una conmovedora y sublime aproximación al mundo de la infancia, a través de los hijos de Atticus, desde la cual se nos muestra la intolerancia social, desprecio, odio y prejuicios hacia la comunidad negra. Sí, para quienes no han visto esta obra estrenada en 1962, en el film se tocan muchos temas de interés social, pero sobre todo estamos ante una película que habla de la inocencia.
La película es un excelente modelo de adaptación literaria que sabe, a través de una excelente dirección e interpretación, efectuar con rigor una cruda reflexión sobre una realidad social excluyente, vista con la sencillez y la ternura de los ojos de unos niños.
Datos acerca de Matar a un ruiseñor
To Kill a Mockingbird, Matar a un ruiseñor, ¿Cómo matar a un ruiseñor?, Para matar a un ruiseñor, dependiendo desde donde leas esto, es una película dramática estadounidense de 1962, que se estrenó el 25 de diciembre de ese año, dirigida por Robert Mulligan, sobre un guion de Horton Foote, basado en la novela homónima de 1960, de la escritora Harper Lee, galardonada con el Premio Pulitzer.
En 1995, la película fue considerada “cultural, histórica y estéticamente significativa” por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. En el 2007, el American Film Institute (AFI) incluyó el filme en el puesto número 25 en una lista de las cien mejores películas estadounidenses de los últimos cien años. Forma parte del AFI’s 10 Top 10 en la categoría de “Dramas judiciales”.
Pero ¿por qué no empecé por estos datos?, porque Matar un ruiseñor, la novela de Harper Lee, comienza por el final.
Trama
Acerca de la trama, la película está narrada por la adulta Jean Louise “Scout” Finch. La joven Scout y su hermano mayor pre-adolescente Jem viven en la ciudad ficticia de Maycomb, Alabama , a principios de la década de 1930. A pesar de los medios modestos de la familia, los niños disfrutan de una infancia feliz, atendida por su padre viudo, Atticus Finch, y el ama de llaves negra de la familia, Calpurnia.
Atticus, un abogado, cree firmemente que todas las personas merecen un trato justo, y su trabajo a menudo expone a Scout y Jem al racismo de la ciudad, agravado por la pobreza. Cuando Atticus es designado para defender a Tom Robinson, un hombre negro acusado de violar a una joven blanca, Mayella Ewell, aumenta la tensión en la ciudad y hace que Jem y Scout experimenten burlas en el patio de la escuela. El resto, te invitamos a describirlo por tu cuenta.
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Fuente: Externa