Jordan Peele: elevando el cine de terror

 

Pocos directores de cine han logrado con apenas un puñado de trabajos el nivel de reconocimiento y la presencia en la cultura popular que hoy posee Jordan Peele. Y muy pocos han conseguido, como él, revolucionar todo un género con tan solo un par de películas. Más que un director, es un auteur que concibe, escribe, produce y rueda sus filmes, quizás el más destacado en el género de terror en el cine actual.

Peele sobresale porque su cine de terror entretiene y a la vez ausculta temas sociales importantes. Sus películas han sido éxitos comerciales y al mismo tiempo valoradas por la profundidad de sus narrativas, que invitan a reflexionar y a dialogar sobre el racismo en sus distintas manifestaciones. Y el cineasta adereza todo con toques de humor y sátira y ofrece en la pantalla productos cuidadosamente elaborados en términos visuales. 

Para entender el cine de Peele, neoyorkino de 44 años, podemos remontarnos a sus orígenes. 

Primero, risas

Su carrera inició como actor, en el mundo de la comedia. Sus primeros trabajos los realizó formando parte, a principios de siglo, del equipo de MAD TV, programa basado en la revista humorística y satírica MAD, muy popular en Estados Unidos durante las décadas 70 y 80. Peele perteneció al elenco entre los años 2003 y 2008 y se fogueó en la creación de personajes.

En 2012, cocreó Key & Peele, una serie de televisión de stand-up comedy y sainetes al estilo Saturday Night Live, en la que era protagonista junto a  Keegan-Michael Key. Aunque comedia, su contenido ofrecía comentario social en torno a las experiencias de las personas de color en Estados Unidos, preludio de lo que más adelante haría en la pantalla gigante. El programa se transmitió durante cinco temporadas, acumulando sólidos ratings y el reconocimiento de la industria, incluyendo dos premios Emmy.  

Luego, terror

Fue en 2017 cuando Peele irrumpió en el cine para revolucionar el terror. Su película Get Out sorprendió por su originalidad, su elegante puesta en escena y el calibre de sus actuaciones, generando una gran bonanza taquillera: 255 millones de dólares de ingresos (su presupuesto fue de apenas 4.5 millones). En paralelo llegaron la aclamación y numerosos reconocimientos para su creador, quien terminó con el Óscar a Mejor guion original, la primera persona de raza negra en conseguirlo. Peele también fue nominado en la categoría de Mejor director, y el filme a la de Mejor película. 

Peele se alejó momentáneamente del terror en su siguiente proyecto, Blackkklansman (2018). Fue uno de los productores de esa comedia dramática sobre crímenes raciales, dirigida por el gran Spike Lee. La película fue nominada a seis premios Óscar —incluyendo Mejor película y Mejor productor— ganando el de Mejor guion adaptado.

Tras el éxito de Get Out, Peele regresó a la silla de director con Us (2019) y Nope (2022), la cuales, desde luego, también produjo y escribió. Con ellas, Peele se estableció como un auteur innovador, combinando el terror, el suspenso, la sátira y el comentario social, una fórmula que el neoyorkino bien podría registrar en la oficina de patentes de Hollywood. 

Candyman (2021) fue otro filme de terror con la impronta de Peele, pues escribió el libreto de esa secuela de la popular cinta de 1992 del mismo nombre. Y su más reciente guion está siendo convertido en rollos de película por el mismo Peele; solo sabemos que se trata de una nueva historia de terror que se estrenará el 25 de diciembre de 2024. 

Peele ha alternado su trabajo en el cine con proyectos de terror para la televisión. Como productor ejecutivo, desarrolló una nueva versión de la aclamada serie The Twilight Zone (una de sus influencias), en la cual —canalizando a Rod Serling, el genio que creó la serie original allá a finales de los 50— también ejerce como presentador-narrador.  

Las facetas de Jordan Peele son muchas, su talento, envidiable. Con ellos  y por ellos ha ascendido en Hollywood como pocos cineastas, en el camino puliendo un estilo único, una forma de hacer cine que ha elevado el género de terror. Sus películas divierten y estimulan la mente. ¿Qué más se puede pedir?

 

 

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